La apertura del quinto sello no revela un caballo. En su lugar, da una breve visión en conjunto del pronto venidero peor tiempo de problemas mundiales en la historia (Mat. 24:21) — ¡la Gran Tribulación!
De nuevo, muchas profecías tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento explican y describen este período. Esta serie de eventos mundiales será verdaderamente colosal en naturaleza — y explicarla exhaustivamente implica más que el espacio disponible en este folleto.
Por supuesto, las más terribles guerras, hambres y enfermedades que aun están por delante. Éstas se intensificarán grandemente antes que comience la Gran Tribulación. Aún así, recuerde que, después que Cristo hubo descrito los primeros cuatro sellos, más los terremotos, Él concluyó: “Y todo esto seráprincipio de dolores [dolores de parto o tribulación]” (Mat. 24:8). Estos están muy lejos de ser el findel asunto.
La siguiente cosa que sigue a estos eventos y condiciones de inicio es la Tribulación. Pronto comprobaremos esto.
Pero primero necesitamos explicar otro aspecto importante de lo que significa la Tribulación.
He aquí lo que Cristo les dijo a Sus discípulos que ocurriría a continuación: “Entonces [ellos] osentregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de Mi nombre” (Mat. 24:9).
Ahora entienda algo. Dos pronombres aparecen en este pasaje — “ellos” y “vosotros”. Cristo hizo esto por una razón muy específica. Siempre que se estaba refiriendo a los verdaderos cristianos, Él habló de “vosotros”. Aquellos que eran engañadores y no eran de la verdad — los muchos que están falsamente convertidos — a menudo son mencionados como “ellos” u otro pronombre similar.
Algunas veces el término “vosotros” también puede referirse a Israel o Judá como nación, o a ellos y a los verdaderos cristianos. Siempre que el pasaje está hablando nacionalmente, se está refiriendo ya sea a Israel, o a Judá, o a ambos. Cuando lo juntamos con Marcos 13 y Lucas 21, es bastante obvio que Cristo se está refiriendo a ambos.
El martirio final de los santos
Antes de continuar con más de la explicación de Cristo en Mateo 24 acerca de la Tribulación, necesitamos leer la descripción de Juan sobre el quinto sello: “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas yvengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos” (Apo. 6:9-11).
El quinto sello describe el martirio de los verdaderos santos (junto con vastos números de las naciones de Israel y Judá). Esto ocurre durante la Tribulación. El versículo 11 es una instrucción simbólica de los mártires de la Edad Media, para que esperen este último martirio del tiempo del fin.
El contexto se desarrolla con las almas haciéndole una pregunta a Dios.
Algunos citan estos versículos para validar tanto la doctrina del alma inmortal y que los salvos van al cielo — y así pasan por alto el punto completo de lo que Cristo está revelando. Ellos, obviamente, tampoco ponen este versículo con la explicación de Cristo en Mateo 24:9.
Esta descripción no es literal, sino más bien simbólica, como lo es mucho de Apocalipsis. Nadie cree que esos cuatro caballos son literales. Es obvio que son simbólicos y parte de una visión. Un estándar consistente debe ser usado, sin escoger al azar que pasajes son literales y cuáles son parte de una visión.
En visión, a Juan se le mostró una vista preliminar de un evento futuro (“después de estas” 4:1). Puesto que Juan estaba “en el espíritu” a medida que los sellos fueron abiertos (vs. 2), los eventos que él atestiguó no estaban ocurriendo realmente cuando los vio. Esos eran pre- visualizaciones celestiales de cosas que sucederían posteriormente en la tierra.
Tras la apertura del quinto sello (Apo. 6:9), Juan dice: “…vi bajo el altar [en la base] las almas de los que habían sido muertos”.
Recuerde, en la visión, a Juan le fue mostrado el futuro. Un largo período de martirio había tenido lugar (hasta y a lo largo de la Edad Media). Un martirio posterior (la Gran Tribulación) aún está por ocurrir en nuestro tiempo. Las almas de quienes ya estaban “muertos” fueron los cristianos martirizados a través de las eras. A estos primeros mártires se les fue dicho que: “…descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos” (vs. 11).
Muchos del pueblo de Dios en el tiempo del fin se han apartado parcialmente de estar cerca de Él, o tan encendidos por Su verdad y Su obra como deberían estar. Ellos no han estado orando, estudiando, ayunando, meditando y buscándole en una base diaria como deberían. Esto les ha permitido a muchos ser engañados y caer en diversas doctrinas falsas. Sólo la Tribulación despertará a estos hermanos — ¡e incluso entonces sólo a la mitad de ellos (Mat. 25:1-12)!
Durante la Tribulación, habrá una gran persecución religiosa. Cristo fue muy específico sobre esto en Mateo 24: “Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, [la anarquía — ocurriendo a nivel mundial], el amor de muchos se enfriará [Rom. 13:10; I Juan 5:3]. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo… Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá… Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera queengañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (vs. 10-13, 21, 24).
¡Los escogidos deben permanecer en guardia!
Esta es una profecía muy específica acerca del gran engaño que seduce a “muchos”. Las “almas bajo el altar” esperan el castigo de Dios de los grandes poderes gubernamentales que los persiguieron, cuando Dios “vengue [su] sangre”.
Todos los verdaderos cristianos, pero tibios, tendrán que sufrir este martirio final (Apo. 3:14-22). Aquellos cristianos fieles que fueron asesinados previamente deben continuar “descansando” (manteniéndose “dormidos” en sus sepulcros — Efe. 5:14; I Cor. 11:30) hasta que otros se unan a ellos en este martirio final.
Las “almas” (los santos muertos) clamando “vengas nuestra sangre” (Apo. 6:10) es comparable con la sangre de Abel (su vida — note Lev. 17:14) clamando a Dios desde la tierra (Gén. 4:10). Puesto que ni la sangre ni los muertos hablan (Sal. 115:17; Ecl. 9:5, 10), el significado es simbólico y no literal.
En Mateo 24:9-10, Cristo estaba describiendo realmente un martirio final aún por ocurrir entre Su pueblo. Por lo tanto, las “almas bajo el altar” representan a aquellos esperando un martirio futuro de los santos tibios. Ellos son aquellos de la séptima y última era (Laodicea) mencionada antes, y descrita en Apocalipsis 3:14-22.
Invasión y cautiverio
La Tribulación incluirá también la invasión y el cautiverio de las “diez tribus perdidas” de los descendientes modernos de Israel y Judá (la nación moderna de Israel).
Reconozca que Dios a menudo trabaja proféticamente a través del principio de la dualidad. Muchas profecías funcionan de esta manera. Por ejemplo, I Corintios 15:21-22 muestra que Adán fue un tipo de Cristo, y viceversa.
Casi todos desconocen que algunas profecías tienen primero un cumplimiento antiguo, luego uno típicoy finalmente un gran cumplimiento final. Esto ocasiona terribles problemas para aquellos que están tratando de entender y explicar las profecías. Los resultados son siempre mezclados y confusos.
En Mateo 24:2, Cristo profetizó que el templo sería destruido por completo, sin que quedase piedra sobre piedra. Esto ocurrió en los años 69 y 70 D.C. a la nación de Judá, como un tipo anticipado de un cumplimiento final, muy sorprendente al final de la era.
He aquí cómo describió Cristo este gran cumplimiento final de invasión nacional, guerra y cautiverio: “Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidaden la tierra, e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan” (Lucas 21:23-24).
Esto describe un tiempo de un temor, terror y horror verdaderamente grande para los pueblos modernos y naciones de Israel. (Lea nuestro libro gratuito América y Bretaña en profecía para aprender más sobre quiénes son y dónde están hoy esos pueblos, y por qué están ellos profetizados a atravesar un castigo nacional tan grande.)
Debemos examinar ahora una inserción de la profecía que precede y conduce a la Gran Tribulación. Ésta explica por qué usted está leyendo este folleto: “Y será predicado este evangelio del reino entodo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mat. 24:14).
El verdadero evangelio es acerca del reino de Dios. Los hombres han ideado muchos evangelios falsos, pero Cristo predicó un mensaje acerca de un pronto venidero gobierno mundial a ser establecido a Su regreso. Esta Obra está predicando esta maravillosa verdad, y acerca de cómo la Ley de Dios espiritual y perfecta será pronto establecida en todas las naciones. Ésta es la maravillosa buena noticia mencionada anteriormente — la palabra “evangelio” significa buenas noticias. ¡Cuando nuestra tarea esté completa, “entonces vendrá el fin!” (Lea nuestro folleto gratuito ¿Cuál es el verdadero evangelio?)
El mundo ahora nada sabe de la Ley de Dios porque ha rechazado al Dios verdadero. Esto lo ha dejado cortado de Él (Isa. 59:1-2; Jer. 5:25). Como resultado, un castigo terrible debe ocurrir antes de que el reino de Dios sea establecido.
Aunque aún hay tiempo para anunciar el reino de Dios, el tiempo pronto acabará. Algunos pocos aún se volverán a Dios como resultado de esta Obra, que es un cumplimiento directo de la profecía de Cristo en Mateo 24:14. ¡Que usted “oiga y entienda” mientras aún hay tiempo (Lucas 21:36)!
POR DAVID C. PACK
POR DAVID C. PACK