SOR MARIANA DE JESÚS TORRES
(1563-1635)
Nuestra Señora le anuncia la total decadencia de la fe a fines del siglo XIX hasta más allá de la mitad del siglo XX:
Habrá una total corrupción de las costumbres por reinar Satanás en las sectas masónicas, las que henderán principalmente a corromper a los niños(1) de estos tiempos, el sacramento del Bautismo lo recibirán difícilmente, la Confirmación de igual manera, el sacramento de la Penitencia solo cuando permanezcan en las escuelas católicas, las que pondrá el diablo todo empeño para destruirlas valiéndose de pésimas autoridades , el de la Comunión de igual manera.
Habrá muchos y enormes sacrilegios públicos y también ocultos, profanando la Santa Eucaristía.
muchas personas morirán sin recibirlo, ya por descuido de los familiares Instigados por el maldito demonio, privando a las almas de innumerables gracias, consuelos y fuerza para dar el gran salto del tiempo a la eternidad, así como también algunas personas morirán sin recibirlo por justos y secretos castigos de Dios.
Puede ser que retiren los crucifijos de las escuelas como en España, por culpa y causa del partido masón, socialista y la laicizad-radical de querer ocultar a Cristo, la burla sobre sacramentos como la confesión que tan de moda se ha puesto ahora con la opinión diabólica relativista, de que uno puede salvarse solo. Y las misas satánicas encaja con sacrilegios ocultos (del ocultismo actual).
Entonces, en la tierra, el firmamento quedó cubierto de un color azul tenebroso, que sólo de mirarlo causaba terror. Un viento nebuloso hacía sentir su soplido impetuoso por todas partes. Con un vehemente y tétrico silbido aullando en el aire, como feroz león con su asustador rugido, hacía resonar sobre toda la tierra su horripilante eco. DIOS se servirá de la OSCURIDAD para castigar a los IMPIOS. A una señal de su Mano Poderosa, El castigará a todos los BLASFEMOS. Permitirá que estos HIPÓCRITAS sean castigados por la crueldad de los mismos demonios:
“El terror y el espanto pondrán a todos los hombres y a todos los animales en un estado de supremo pavor; todo el mundo estará en convulsión y se matarán los unos a los otros, se masacrarán sin piedad.
En el tiempo de la sanguinaria lucha, la mano vengadora de Dios pasará sobre esos infelices, y con su omnipotencia castigará el orgullo, la temeridad y la desvergonzada osadía de ellos; Dios se servirá de las
potencias de las tinieblas para exterminar a esos hombres sectarios, inicuos y criminales que pretenden derribar, erradicar la Iglesia Católica, nuestra Santa Madre, por sus raíces más profundas y tirarla por tierra.
“Dios se reirá de ellos y de su maldad, y con un solo gesto de su mano derecha omnipotente castigará a esos inicuos, permitiendo a las potencias de las tinieblas que salgan del infierno; esas grandes legiones
de demonios recorrerán todo el mundo, y por medio de grandes ruinas ejecutarán las órdenes de la Divina Justicia, a la cual estos malignos espíritus están sometidos, de manera que no podrán hacer ni más ni menos daño de lo que Dios permitirá a los hombres, a sus bienes, a sus familias, a sus infelices aldeas, ciudades, casas y palacios y cualquier otra cosa que subsistiera sobre la tierra.
“Dios permitirá que esos hombres inicuos sean castigados a través de la crueldad de demonios feroces, porque se sometieron voluntariamente a la potestad del demonio y se confederaron con él para dañar a la Santa Iglesia Católica Me mostró la horrenda cárcel infernal. Vi abrirse en la mayor profundidad de la tierra una caverna tenebrosa y espantosa, llena de fuego, de donde vi salir muchos demonios, los cuales, tomando unos una figura y otros otra, unos de animal y otros de hombre, venían todos a infestar el mundo y a hacer por todas partes maleficios y ruinas Devastarán todos los lugares donde Dios haya sido y es ultrajado, profanado, sacrílegamente tratado, donde se ha practicado la idolatría. Todos esos lugares serán demolidos, arruinados y se perderá todo vestigio de ellos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario