19 ene 2014

SEGUNDO SELLO LA GUERRA

Cuando se abre el segundo sello, aparece un caballo rojo: “Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada” (Apo. 6:3-4). Al igual que Cristo en Apocalipsis 19, la espada aquí se ilustra como un instrumento de guerra y para dar muerte.

Este caballo y su jinete “quitan la paz de la tierra”. Lo opuesto a la paz es la guerra. Cuando se remueve la paz, la guerra es lo que permanece. Esto representa las “guerras y rumores de guerra” a las que Cristo se refería en Mateo 24:6.
Las guerras han continuado y empeorado considerablemente desde el tiempo de la profecía de Cristo. Pero esta parte de la asombrosa visión de Juan tiene las implicaciones más graves para todos los que hoy están vivos en la tierra.
Este jinete representa la terrible destrucción de la guerra mundial. En la profecía paralela de Mateo 24, la guerra sigue inmediatamente a la religión falsa. Al final de la era, el potencial para la devastación en la guerra se ha vuelto tan grande, que tiene el poder de quitar la paz no sólo de de dos o más naciones, sino ahora “de la tierra”.
Sólo en la era moderna han estado disponibles tan terribles armas de destrucción masiva. El siglo XX vio las dos guerras más devastadoras en la historia, con la 2° Guerra Mundial mucho más destructiva que la 1° Guerra Mundial.
Estamos ahora en el último receso — intermedio — que precede al momento de la guerra verdaderamente más grande, que está profetizada a exceder a cualquier otra del último siglo. Una humanidad rebelde y pecadora pronto alcanzará el fin de su soga. Hemos alcanzado un tiempo cuando el potencial de la guerra no puede empeorar, pero ahora puede borrar toda la vida de la tierra en una explosión final de completa destrucción — si Cristo no interviene y “acorta” los eventos (vs. 22). (Lea nuestro folleto gratuito El caballo rojo – “Y oiréis de GUERRAS…” para entender más profundamente sobre lo que Cristo quiso decir con esta advertencia.)
Pero el patrón de la historia es que el hambre siempre sigue a la guerra. Es por esto que el hambre (el tercer sello) le pisa los talones a la guerra (el segundo sello).

POR DAVID C. PACK