A continuación viene el sexto sello — las señales celestiales o astronómicas: “Miré cuando abrió elsexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento” (Apo. 6:12-13).
¿Cómo sabemos que las Señales Celestiales vienen directamente después de la Gran Tribulación? Aquí están las palabras de Cristo: “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas” (Mat. 24:29).
Esta es una descripción casi literal, frase por frase de Apocalipsis 6:12-13. El paralelo es inconfundible.Cristo ha interpretado una vez más el sexto sello, y su tiempo, para nosotros. La frase: “inmediatamente después de la tribulación” remueve toda duda acerca de cuándo ocurren las Señales Celestiales.
La llegada de las Señales Celestiales presagia un gran cambio general en la dirección — y velocidad — de los eventos. Esto es comprendido al continuar en Apocalipsis 6, unos pocos versículos después. Note: “Porque el gran día de Su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” (vs. 17).
Ahí está en un español claro. El Día del Señor, o el Día de la Ira de Dios, sigue al sexto sello. ¡Los cielos y la tierra son sacudidos! ¡Este tiempo revela el asombroso poder de Dios! Esto no se compara con nada que haya sucedido antes, o que vaya a suceder de nuevo alguna vez.
El profeta Joel estaba hablando de este tiempo cuando el asombroso poder y la gran ira de Dios serán desplegados cuando él dijo: “El sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso del Eterno” (2:31).
Algunos han asegurado que esas señales ya han ocurrido. ¡Esto es imposible! Mateo 24 hace claro que todas esas señales siguen — no preceden — a la Tribulación. Además, cuando ocurren, ya sea son seguidas inmediatamente por, o acompañan a la señal de la venida de Cristo (vs. 29-30).
El período terrible de la Ira de Dios está profetizado a durar un año completo — después de los dos años y medio del inicio de la Tribulación. He aquí cómo lo describió Isaías: “Porque es día de venganza del eterno, año de retribuciones en el pleito de Sión” (34:8). Jeremías se refiere a este período como “el año de… castigo” (11:23; 23:12 — vea también Eze. 4:6 y Núm. 14:34).
Un gran terremoto
Note que el versículo 12 habla de un “gran terremoto”. Este terremoto ocurre después del quinto sello, tras la apertura del sexto sello. El tiempo terrible del quinto sello involucra la invasión militar y el cautiverio de los pueblos de las naciones modernas (que sólo son tribus que han crecido) de Israel. Este incluye los dos años y medio de sufrimiento y tribulación sin paralelo — sin comparación en la historia. ¡Esto viene en esta generación — pronto!
Por su propio tiempo y contexto, este terremoto proclama el fin de la tribulación y el inicio de las señales que aparecen en los cielos.
Apocalipsis 6:12 dice: “Miré cuando él abrió el sexto sello, y he aquí fue hecho un gran terremoto; y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre”.
Este evento también fue cubierto en Mateo 24:29. Vuelva a leerlo: “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas”.
Lucas 21:25-26 describe este mismo evento: “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas[tsunamis]; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas”.
Este terremoto será tan terrible que “cada monte” y “cada isla” será sacudido y cambiado de posición (Apo. 6:14).
Recuerde, ¡este es el tiempo de la gran ira de Dios! Este terremoto será mundial en su alcance. Pero la topografía de toda la tierra no necesariamente será cambiada por un terremoto final. Este proceso parece tener lugar en etapas. Dios lo hará suceder de tal manera que preserve la vida en la tierra, con cada uno de los cinco terremotos finales contribuyendo en algún aspecto de la transformación.
Si sólo un terremoto catastrófico hiciese esto, ello podría amenazar a toda la vida sobre la tierra. Aún así, sólo una décima parte de la humanidad sobrevivirá hasta el milenio. Otra vez, este terremoto anuncia el sexto sello — las Señales Celestiales.
Note la descripción de Isaías de este tiempo: “Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase, y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable del Eterno, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra (2:20-21). Esto es comparable a Apocalipsis 6:15-16.
Todo Apocalipsis 6:14-17 muestra que esta señal representa a los cielos enrollándose juntos como un rollo. Este tiempo será tan terrible que Juan registra a las personas aterrorizadas, escondiéndose en cavernas y rocas y clamando la muerte. El versículo 17 pregunta: “… ¿y quién podrá sostenerse en pie?” ¡Las masas temen enfrentarse a la Ira completa del Único a quien han desobedecido!
Tres eventos mundiales
¡Entienda! ¡La Tribulación y el Día del Señor no son sinónimos! Éstos son eventos diferentes,completamente separados. Las Señales Celestiales vienen en medio de la Tribulación, que precede, y el Día del Señor, que los sigue. (Aunque sólo Mateo 24:21, 29 y Apocalipsis 7:14 usan el término “Gran Tribulación”, al menos treinta escrituras hablan de ella.)
Los líderes religiosos de este mundo están en ignorancia casi completa de cómo vendrán estos tres grandes eventos que sacudirán la tierra — en qué orden aparecen. La mayoría cree que éstos son sinónimos. ¡No lo son!
Cristo también les enseñó a Sus discípulos: “…en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres…” (Mar. 7:7-8). Hay muchos puntos de vista “tradicionales”, pero incorrectos, de la profecía.La tribulación viene primero. “Inmediatamente después de la tribulación” (registró Cristo) vienen las Señales Celestiales. Éstas introducen el Día del Señor (la Ira de Dios), el cual es un período separado de eventos. Hemos visto cómo Joel, Sofonías y Mateo han explicado lo que Cristo le reveló en visión a Juan en la Revelación. Para ahora, estos grandes eventos deberían ser claros.
Más y más personas están escribiendo acerca de profecías de las cuales nada saben. Ellos ignoran lo que Dios dice, a fin de promover teorías vacías consagradas por el tiempo — o aun ideas más nuevas y más exageradas. Recién acabo de revisar un artículo en una revista nacional sobre mucho que ha sido cubierto hasta el momento en este folleto. Éste demuestra una ignorancia espantosa aun de los hechos más básicos de las escrituras pertenecientes a las profecías del tiempo del fin. No obstante, el artículo muestra que casi tres de cada cinco americanos (veintenas de millones) creen que la mezclada confusión de ideas a la que hace referencia Apocalipsis pronto se hará realidad, pero sólo de alguna manera inexplicable y misteriosa. Millones de otros cristianos profesos, sin duda porque ya sea que no les importa o están confundidos, ¡rechazan cualquier cosaque tenga que ver con la profecía! De cualquier manera, las personas permanecen ignorantes.
La mayoría de las personas creen que la Tribulación, las Señales Celestiales y el Día del Señor sonidénticos — que son uno y lo mismo. Nadie que no pueda distinguir entre estos eventos separados tiene esperanza alguna de entender lo que Dios ha profetizado.
He aquí una distinción importante: El Día del Señor refleja la Ira deDios. La Tribulación es en realidad la ira de Satanás el diablo. Este ángel caído sabe bien que le queda poco tiempo para permanecer como el dios de este mundo (II Cor. 4:4), engañando a las naciones (Apo. 12:9). Su tiempo casi se ha terminado.
La Tribulación es también la persecución final de Satanás y el martirio de muchos de los verdaderos siervos de Dios que están en una condición tibia. Si ellos permanecen cerca de Dios, Satanás no puede engañarlos y por eso está furioso.
Si usted busca a Dios, no necesita preocuparse acerca de los eventos que pronto van a golpear a todas las naciones. Tome un momento para leer Lucas 21:36. Ésta es una promesa tranquilizadora de parte de Cristo que le exige a usted “velad … orando … que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas… y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”. Lea después la sobria descripción de Cristo los versículos previos de cómo esos eventos golpearán “como un lazo” a un mundo completamente desprevenido.
¡La meta de un cristiano es estar en pie delante de Cristo a Su retorno y gobernar con Él cuando el reino de Dios sea establecido!
Capítulo 7: Por qué la ira de Dios es retenida temporalmente
Justo antes del Día del Señor, un ángel retiene temporalmente los cuatro vientos, que explica Apocalipsis 8:7-12 que son las primeras cuatro plagas de las trompetas del séptimo sello. Note ahora: “Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían loscuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamossellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel” (7:1-4).
Esta es una escena dramática. Cuatro vientos están a punto de “soplar sobre la tierra” — ¡de devastar su paisaje! (Aunque es simbólico en su lenguaje, las plagas que estos traen serán de lo másreal para todos aquellos quienes las sufran). La ira de Dios, que es el comienzo de Su intervención directa en los asuntos mundiales, está a punto de aparecer. Pero es restringida temporalmente. Algo debe suceder primero antes de que esto pueda ocurrir.
Estos vientos son retenidos para que los bien conocidos (pero poco entendidos) 144.000 puedan ser sellados — y la gran (innumerable) multitud pueda estar en pie delante del trono de Cristo usando vestiduras blancas.
Primero, los 144.000 son sellados (7:4-8) con el nombre del Padre (14:1) — y representan 12.000 de cada una de las 12 tribus de Israel. El capítulo 14 añade más sobre ese grupo (vs. 1-5). Obviamente estas son personas convertidas. Ellas son selladas con el nombre del Padre (y el Espíritu Santo “en sus frentes”) porque es así como Cristo oró, en Juan 17:11, para que el Padre “guardara” a Sus siervos. Las iglesias de este mundo obtienen sus nombres conforme a los hombres, a sus doctrinas, a sus ubicaciones, etc. La Iglesia de Dios (en 12 lugares en el Nuevo Testamento) siempre es llamada conforme a Él mismo — ¡Iglesia de Dios!
La innumerable multitud está conformada por aquellos que andan a la deriva, que ahora no atienden las instrucciones de Dios, aunque conocen Sus mandamientos. Éstos “han salido de la gran tribulación” (7:14).
Juan registra lo siguiente: “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos… Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (vs. 9, 13-14).
Muchos conocen hoy la verdad, pero ya sea que no están actuando en base a ella, o sólo están respondiendo a ella en una manera limitada. Veintenas de millones escucharon la voz de Herbert W. Armstrong durante su ministerio de 52 años. Él proclamó con denuedo el verdadero evangelio del reino de Dios y restauró muchas doctrinas verdaderas a la sexta era (Filadelfia) de la Iglesia de Dios. Muchos no escucharon. Ellos fueron “ahogados por los afanes de este siglo”.
Algunos finalmente despertarán durante o después de la tribulación, después de ver el terror de las Señales Celestiales — y después de mucho sufrimiento. Estos eventos estupendos pondrán sobrios y despertarán a muchos antes de que sea demasiado tarde. En completa sumisión, ellos se arrepentirán y se volverán a Dios. ¡La Iglesia de Dios Restaurada está llevando a cabo este ministerio — esta advertencia para todos los que escuchen!
¿Por qué Dios envía plagas?
I Juan 4:8 y 16 dice que “Dios es amor”. Su amor por el mundo es la razón por la que Cristo murió (Juan 3:16). Un Dios bueno, justo y amoroso nunca castiga a las personas sin antes advertirles. Una vez más, usted está siendo advertido.
Cuando Cristo vino a la tierra para anunciar el reino de Dios, Él fue torturado y crucificado. Cada uno de los apóstoles, con la probable excepción de Juan, fue puesto a muerte, a menudo después de encarcelamiento — algunas veces incluyendo tortura.
Tomaría tiempo describir a los profetas de antaño quienes advirtieron a naciones, reyes y pueblos para que se arrepintieran y reconocieran a Dios como soberano sobre sus vidas. Estos hombres fueron puestos en calabozos, forzados a huir por sus vidas, apedreados, aserrados, o de otra manera asesinados de la manera más cruel. Invariablemente, ellos fueron rechazados e ignorados. Noé predicó por 120 años y sólo unos pocos de su familia escucharon.
Este mundo terco, rebelde, buscador de placeres nunca ha escuchado a los verdaderos profetas y siervos de Dios. Con excepción de algunos pocos, esto no cambiará a causa de las palabras de este folleto.
Dios es un padre. Como todos los padres, Él castiga a Sus hijos. Proverbios 3:11-12 dice: “No menosprecies, hijo mío, el castigo del Eterno, ni te fatigues de su corrección; porque el Eterno al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere”.
Estas son las palabras claras de Dios sobre cómo Él trabaja con las personas. Estamos a punto de leer de terribles plagas que serán vertidas sobre un mundo que odia a Dios, que rechaza la verdad, que es voluntarioso y rebelde. Este castigo viene por una razón. ¡Seis mil años de ignorar a Dios han llegado al MÁXIMO — y Dios está lleno de IRA!
Capítulo 8: Las plagas de las siete trompetas
El octavo capítulo describe la apertura del séptimo sello. Recuerde que los siete sellos representan el libro completo de Apocalipsis. Pero, ¿qué es exactamente el séptimo sello?
A medida que es abierto, siete ángeles están en pie delante de Dios y reciben las siete trompetas. Un ángel diferente tomó un incensario “…y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto” (vs. 5).
Ese terremoto representa el comienzo de las plagas de las siete trompetas, que comienza el cumplimiento del séptimo sello y el Día del Señor.
Apocalipsis 8:1-2 muestra que el séptimo sello es lo mismo que las siete trompetas: “Cuando abrió elséptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas”.
¡Entienda ahora! Este versículo prueba que todos los siete sellos no son lo mismo que, o iguales a, todas las siete trompetas. Es crítico reconocer esto — y es otra gran clave para entender la revelación. Ahora haga esta distinción importante: (1) El séptimo sello es todas las siete trompetas y (2) la séptima trompeta es todas las últimas plagas o copas. Esto es confuso para casi todos, porque la mayoría cree que las siete trompetas y las siete últimas plagas son sinónimas. Además, las siete trompetas no siguen al séptimo sello — ellas son el séptimo sello. Al simplemente leer con más cuidado se elimina este error.
Las siete trompetas representan siete etapas (Apocalipsis 9:20 las llama “plagas” — pero estas no son las siete últimas plagas, o copas, como veremos).
Recuerde que los cuatro vientos comprenden las primeras cuatro plagas de las trompetas. Apocalipsis 8:3-12 revela que éstas soplan sobre: (1) la tierra, (2) los árboles, (3) los ríos, y (4) el mar, con una tercera parte del sol, la luna y las estrellas afectadas y oscurecidas. El espacio nos prohíbe explicar en detalle el significado pleno del asombroso efecto de esos grandes vientos.
Varios lugares en el Antiguo Testamento muestran que, antiguamente, una trompeta era tocada siempre como una alarma de guerra (Núm. 10:9; Jer. 4:19; Eze. 33:2-6; etc.). Cuando era escuchada, ésta señalaba ejércitos que se aproximaban y el comienzo de la batalla. Israel y Judá siempre iban a la guerra con el sonido de una trompeta.
La quinta y sexta trompetas claramente representan guerra — en dos etapas. Tome nota de otro punto importante. Las últimas tres trompetas, la quinta, sexta y séptima, son sinónimos con los tres ayes(Apo. 8:13). El diagrama a la mitad de este folleto le ayudará a aclarar esto.
El mundo ama la guerra — ¡y la ha practicado por 6.000 años! Y el hombre siempre ha perseguido la guerra bajo sus propios términos. Cuando Dios va a la guerra contra el mundo, Él está escogiendo hablar un lenguaje que los hombres entiendan — y, esta vez, ¡ÉL controla los términos! No obstante, ésta es también Su manera de suplicarle a la humanidad que “¡DESPIERTE!”
Estas siete plagas de trompetas son un castigo verdaderamente atemorizante y horrendo de parte de Dios para aquellos que se mantengan sin responder y en su desobediencia: “Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas [las siete trompetas], ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar” (Apo. 9:20). Obviamente, muchos continúan sin responder después de estas plagas y continúan sirviendo a miles de dioses falsos que se adoran alrededor del mundo.
Capítulo 9: Los tres ayes
El capítulo 9 corresponde completamente a los primeros dos de los tres AYES, la quinta y la sexta trompeta.
En los versículos 1-11, la quinta trompeta, o el primer ay, es descrita como un gran poder que surge de lo que la Biblia llama el “pozo del abismo”. Este, por supuesto, es un símbolo y no un pozo real en algún lugar en la tierra. Apocalipsis 17:8-14 lo interpreta. El antiguo Imperio Romano (con sus siete resurrecciones separadas o cabezas) emerge de este “pozo” una última vez. La sexta cabeza, el resurgimiento por Mussolini de este sistema romano, fue pequeño y relativamente insignificante. ¡El pronto venidero resurgimiento final será mucho más grande!
En 9:11, Juan llama a Satanás “un destructor”, refiriéndose a él como un “rey sobre ellos” — unsistema de personas dirigido por una figura falsificada, de alcance mundial, que pronto aparecerá, justo antes del regreso de Cristo. La palabra hebrea Abaddon significa “Satanás”, y la palabra griegaApollyon, también usada aquí, significa “un destructor”. Entender a Satanás como un destructorestablece el escenario para la próxima escritura.
Los versículos 13-21 describen el segundo ay. Abra su Biblia y lea estos versículos. En ellos, un ejército de 200 millones de “jinetes” ataca y repele temporalmente al sistema europeo guiado por el súper dictador final conocido como la “bestia”. Estas multitudes orientales (Eze. 25:4, 10), probablemente guiadas por Rusia o China, y aliadas con la India y Japón, componen el ejército de 200 millones de hombres.
El profeta Ezequiel describe los mismos eventos de Apocalipsis 9:13-21, revelando más: “Y te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas…Vendrás de tu lugar, de las regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, gran multitud y poderoso ejército” (38:4, 15). (Vea también Joel 2:4.)
La referencia a caballos y jinetes es obviamente una representación de un ejército inmenso. Sí, 200 millones es ciertamente “un poderoso ejército”. Con toda probabilidad, este es un ataque por las hordas (ejércitos) rusas y del norte de Asia contra lo que es llamado la Bestia y Babilonia (Apo. 17 y 18). Jeremías 50 y 51 e Isaías 13 y 14, y 47 y 48 describen a este sistema venidero y su destrucción.
¡Las fuerzas sobre la tierra se están formando aun ahora, para que puedan entrar en juego en el momento preciso dentro del Plan de Dios!
Capítulo 10: El librito
El capítulo 10 es casi completamente sobre un “librito” que está en la mano de un “ángel poderoso”. Este librito es “dulce como la miel” en la boca de Juan, pero “amargo” en su vientre. Esto es casi ciertamente una referencia al libro de Ezequiel, quizá en conjunción con el propio libro de Apocalipsis.
La parte más importante es el versículo 7, el cual explica que el séptimo ángel (que suena al final del capítulo 11) trae la consumación del misterio del plan de Dios como fue declarado por todos Sus profetas.
El versículo 11 revela que el mensaje del librito y del libro de Apocalipsis, había de ser llevado por alguien (no Juan, porque él nunca hizo esto) a “pueblos, y naciones, y lenguas, y reyes”. Para que esto sucediera nuevamente, tenía primero que ocurrir en un primer cumplimiento. Esto ocurrió, y ahora está sucediendo “otra vez”.
Capítulo 11: Los dos testigos
Los primeros 13 versículos contienen una descripción de los últimos dos siervos de Dios del tiempo del fin conocidos como los Dos Testigos. Interpretaciones ridículas, y aun una película de Hollywood, han traído mucha confusión sobre quiénes son estos hombres.
Estos dos grandes “profetas” (vs. 10) testifican por tres años y medio antes de ser asesinados por la bestia, el último líder del resurgimiento moderno del Imperio Romano (vs. 7). Una vez más, Apocalipsis 13 y 17, y Daniel 2 y 7 describen este sistema. La identidad de estos dos individuos es desconocida. Sin embargo, cuando ellos ya entren en escena, será claro que el regreso de Cristo es inminente.
A estos hombres les es dado un poder extraordinario para realizar milagros y son protegidos de daño — hasta que Dios permite su muerte a fin de resucitarlos como testimonio contra la impotencia de aquellos que los asesinaron. Si alguno trata de dañarlos y de interferir con su ministerio, “…sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos” (vs. 5).
Esto es comparable al poder que le fue dado a Elías, como se demuestra en II Reyes 1:9-15. A estos profetas les será dado poder para traer sequía y hambre sobre la tierra, al igual que hizo Elías (I Reyes 17:1-7; Lucas 4:25). Ellos también serán capaces de golpear la tierra con plagas (vs. 6).
Cristo llama a estos profetas “MIS dos testigos” (vs. 3). Combine esto con Zacarías 4, que se refiere a los dos testigos varias veces, culminando con el versículo 14: “Y él dijo: Estos son los dos ungidos, que están delante del Señor de toda la tierra” (Apocalipsis 11:4 confirma de quiénes está hablando Zacarías 4:14). Este versículo revela que ellos tienen una relación especial y directa con Cristo. Los tres “están juntos”. Los Dos Testigos se reportan a Cristo directamente.
Dios siempre trabajó directamente con los profetas a través del Antiguo Testamento. Cristo, el Dios del Antiguo Testamento (I Cor. 10:4), siempre habló cara a cara — se comunicó directamente — con aquellos a quienes Él estaba usando. Con pocas excepciones, usted notará un patrón a lo largo de los profetas mayores y menores. Cada uno comienza con frases como “La Palabra del Señor vino expresamente a Ezequiel…” o “Las palabras de Jeremías…a quien vino Palabra del Señor …” o “La Palabra del Señor que vino a Miqueas…” y así sucesivamente. Cristo trabajó directamente con todos estos profetas. Algunas veces Él también se presentaba como Melquisedec cuando hablaba cara a cara con los patriarcas y con otros.
Cuando se considera el rol que juegan estos hombres, debería ser aún más claro por qué ellos trabajan tan cerca de Cristo. Fuego sale de sus bocas para devorar a sus adversarios. El poder que ellos tienen es tan grande que no pueden ser muertos por nada ni por nadie por tres años y medio. Esto por sí solo los hace únicos de todos los profetas previos. Además, ningún otro profeta permaneció sin enterrar por tres días y medio y después fue resucitado — o fue percibido por el mundo como que los “atormentaba”. ¡Tan sólo estos puntos, por sí mismos, muestran que estos están lejos de ser profetas ordinarios!
Los Dos Testigos llevarán una advertencia final a los líderes gubernamentales de este mundo — por lo cual ellos serán martirizados. El mundo se regocijará al ver sus cadáveres, los cuales permanecerán expuestos en las calles de Jerusalén por tres días y medio (vs. 9-10). Pero todos serán golpeados con tremendo temor cuando ellos sean levantados a la vida física y levantados en una nube (vs. 11-12).
Esos hombres aún no han aparecido. ¡Cuando lo hagan, lo hará la Tribulación! Ninguno llegará de la forma que sugiere la opinión popular. Muchos cristianos profesos creen que ellos van a abrazar a estos dos hombres con emoción y regocijo. Sin embargo, en realidad, la Biblia muestra que la mayoría casi ciertamente los asumirá como la bestia final y el falso profeta obrador de milagros — ¡y así, la bestia y el Falso Profeta podrán entonces ser recibidos como los Dos Testigos! Tal será el poder del último engaño del diablo — ¡y el “pensamiento profético popular” está preparando ahora al mundo “cristiano” para el ENGAÑO MASIVO (II Tes. 2:10-11)!
Otro terremoto
Después que los Dos Testigos son resucitados, ocurre otro gran terremoto. El tiempo de esteterremoto es antes del tiempo de la séptima trompeta, el regreso de Cristo y la primera resurrección (I Cor. 15:51; I Tes. 4:16).
Note Apocalipsis 11:12-13: “Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía [a los Dos Testigos]: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron. En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad [Jerusalén] se derrumbó, ypor el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo”.
Ese terremoto en particular precede y anuncia el evento más importante en la historia de la humanidad — ¡el regreso de Cristo!
Sin duda, este terremoto es Dios puntualizando el fracaso del mundo para destruir permanentemente a estos siervos. También parece estar centrado principalmente en el área de Jerusalén, pero aún podría ser mundial en alcance.
Este terremoto no puede ser el mismo descrito en Zacarías 14:4, porque todas las naciones aún no se habrán congregado (la sexta copa) para la Batalla del Gran Día del Dios Todopoderoso (el tiempo de la última plaga, o séptima copa — Apo. 16:17-21).
La séptima trompeta o el tercer ay
Recuerde, la séptima trompeta equivale al tercer ay. ¡Pero estos también son sinónimos con las siete últimas plagas! El capítulo 11, versículos 15-19, las describe y junto con el 15:1, prueban la última declaración.
Ahora note el versículo 15: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos”.
Tanto I Corintios 15:52 como I Tesalonicenses 4:16 hablan de este momento. En estos versículos, Pablo declara que Cristo viene a la “trompeta de Dios” y a la “final trompeta”. Mateo 24:31 habla del mismo evento usando “una gran voz de trompeta”. Todas estas son referencias a la séptima trompeta.
Con este evento, ha llegado el momento más grande en toda la historia. A Su glorioso regreso, Cristo reemplaza a todos los poderes y leyes humanos con las Suyas. Todos los gobiernos de hombres — incluyendo aquellos de cada país grande y pequeño sobre la tierra hoy — son hechos pedazos y reemplazados por el gobierno de Dios. ¡Ecuanimidad, justicia y paz, finalmente llegan a un planeta enfermo y quebrantado!
Por supuesto, la séptima trompeta trae el establecimiento forzado del gobierno de Cristo, basado en las leyes de Dios, sobre las naciones. Pero ellas no están felices de ver a este Cristo — ¡ellas están “airadas” (vs. 18)! Las naciones habrán llegado a creer y confiar en un sistema falsificado y muchos habrán esperado ser “arrebatados” a la seguridad por un cristo falso, no el de la Biblia.
Aun el cristianismo profeso, mientras pretende que Dios gobierna “en los corazones de los hombres”, en realidad no ha querido verdaderamente ser gobernado por Él. Tampoco lo ha querido el mundo, que aborrece Su Ley (Rom. 8:7). La humanidad ha rechazado el único camino a la paz, felicidad, abundancia y prosperidad universal. De una manera terrible y final, las siete últimas plagas obtienen la atención del mundo. Ellas señalan que Jesucristo es rey de reyes — ¡y Él está a CARGO ahora!
Él quiere que el mundo sepa que Él está próximo a salvar a la humanidad de sí misma.
Aún otro terremoto
Este terremoto ocurre después que ha sonado la séptima trompeta (Apo. 11:15). Este es el tiempo de la Segunda Venida de Cristo: “…y hubo grandes voces en el cielo, que decían: “Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de Su Cristo; y Él reinará por los siglos de los siglos”.
El versículo 19 dice: “Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de Su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo”. Este terremoto ocurre inmediatamente después del retorno de Cristo y de la primera resurrección, y puntualiza el cumplimiento de estos eventos.
El retorno de Cristo hace posible el cumplimiento de todas las profecías maravillosas que la Biblia predice que sucederían sobre la tierra. ¡Este evento central es el más crucial en toda la historia! Los terremotos, antes y después de éste, subrayan su trascendental importancia en el Plan de Dios. Ningún otro evento lleva tal distinción.
Este terremoto resulta también por la propia presencia de Cristo, gobernando ahora en gloria. La tierra literalmente se estremece de felicidad, junto con la creación entera: “Brame el mar y su plenitud, el mundo y los que en él habitan; los ríos batan las manos, los montes todos hagan regocijo delante delEterno, porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud” (Sal. 98:7-8).
Como con el séptimo sello, la séptima trompeta está dividida en siete partes. Estas partes son llamadas las siete últimas plagas ¡y éstas “consuman” (Apo. 15:1) — completan — la ira de Dios!
El capítulo 14, versículo 10, revela que las últimas plagas son “vaciadas puras… delante de los santosángeles y del cordero”. Por supuesto, Cristo es el Cordero de Dios (Juan 1:29, 36).
Antes de examinar estas plagas, comenzando en el capítulo 15, aparecen varios capítulos insertos.
Capítulo 12: La mujer — La Iglesia de Cristo
Los capítulos 12, 13 y 14 representan una interrupción — una inserción — en el flujo general de Apocalipsis. Esto es porque Dios quiere que los lectores estén conscientes de lo que Su verdadera Iglesia — Su pueblo verdadero — estará haciendo por los casi 2.000 años desde la visión de Juan hasta el regreso de Cristo. ¡Dios siempre ha tenido Su Iglesia verdadera — los perseguidos (Juan 15:20; II Tim. 3:12), los pocos (Mat. 7:14; 20:16; 22:14), su “manada pequeña” (Lucas 12:32), que gobernarán con Cristo (Apo. 2:26; 3:21)!
Hemos visto que Cristo será establecido como Rey de reyes y Señor de señores. Pero los santos serán resucitados y se le unirán. El capítulo 12 presenta más directamente a la Iglesia a través de la cual Cristo ha estado preparando a estos otros para que gobiernen con Él.
Juan describe la Iglesia de Dios desde antes del nacimiento de Cristo (vs. 4), a través de Su vida, resurrección y ascensión (vs. 5). Después Él describe los 1.260 años de persecución que esta Iglesia soportó y cómo tuvo que huir a áreas remotas para evitar a los poderes gubernamentales que buscaban destruirla. Pero Cristo prometió que Su verdadera Iglesia siempre existiría (Mat. 16:18) — ¡y así ha sido!
Este es también un capítulo importante en que muestra (Apo. 12:14) que ¡Dios protegerá a Su Iglesia — descrita aquí como una mujer — del horrible tiempo de prueba intensa y severa que pronto caerá sobre este mundo!
Todo Apocalipsis 12 la describe, y los ataques del diablo contra ella. Pronto, un enojado Satanás azotará a la Iglesia de Cristo una última vez, forzándola a necesitar protección: “Y cuando vio eldragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”(vs. 13-14). ¡Los fieles de la sexta era de la Iglesia escapan!
El “tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo” son los tres años y medio de la Tribulación y de la Ira de Dios. El versículo 17 muestra cómo el diablo vuelve su atención hacia el “remanente” — la era tibia, explicada previamente.
Entienda. Esta no es la “mujer” representada en el capítulo 17 — ¡ella es representada como una gran ramera (vs. 1)! Esa mujer es una descripción de una gran iglesia falsa, representando al falsocristianismo de este mundo. La mujer del capítulo 17 en realidad persigue a la mujer diferente del capítulo 12, que es la verdadera Iglesia de Dios. El capítulo 12, versículo 17, la describe como aquellos que “guardan los mandamientos de Dios”. ¡Reconocer la diferencia entre estas dos mujeres es otraclave vital para entender el libro de Apocalipsis!
Capítulo 13: Dos “bestias”
El capítulo 13 describe a una “bestia” simbólica y una segunda bestia con “dos cuernos” (vs. 11). La primera bestia es una descripción del Imperio Romano — un reino político. La segunda bestia de dos cuernos representa a la sede de la gran iglesia falsa que controla a la primera bestia.
Sólo al comparar Apocalipsis 13, 17 y Daniel 7, con Daniel 2, puede usted entender plenamente el alcance y la magnitud de las bestias, y el sistema al que ellas representan. Numerosas escrituras del Antiguo Testamento se refieren a ellas, pero estos capítulos las describen mejor.
(Lea nuestro folleto gratuito ¿Quién o qué es la Bestia de Apocalipsis? para una explicación completa del sistema romano y de la bestia.)
Capítulo 14: Los 144.000
El capítulo 7 presentó a los 144.000, y el capítulo 14 da más detalles sobre su identidad. Los versículos 1-5 dan una descripción de nueve puntos acerca de los que están en pie delante del trono de Dios como “las primicias” (vs. 4) del reino de Dios.
Al igual que cuando Él protegió a Israel de las plagas de Egipto, Dios a menudo protege a Sus siervos. Veremos en el siguiente capítulo que las siete últimas plagas pronto serán derramadas sobre la tierra. Los 144.000, claramente el número de los santos en la Primera Resurrección, están con Cristo en Su reino y por lo tanto son protegidos de estas terribles últimas plagas.
Los tres mensajes angelicales
El capítulo 14 también describe a tres ángeles llevando tres mensajes (vs. 6-11). Examine estos mensajes angelicales, los cuales incluyen una advertencia de no recibir la “marca de la bestia”. ¡Otras profecías muestran que la mayoría ignorará esta importante advertencia!
Aquellos del gran sistema babilónico final serán engañados para recibir la muy mencionada, pero poco comprendida, marca de la bestia. Estos mensajes anuncian la caída de Babilonia a través de las siete últimas plagas y advierten en contra de recibir la marca.
La destrucción final de este sistema es un evento increíble. Como mucho de Apocalipsis, muchos toman frases fuera de contexto a fin de respaldar las ideas falsas y las doctrinas de hombres. El versículo 11 declara: “Y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos”. Muchos rechazan esto como una simple referencia a las almas quemándose para siempre en el infierno y malentienden el punto del contexto.
El marco de tiempo de este evento está aún por venir. Este evento se refiere a “Babilonia” (vs. 8), “…la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones de…su fornicación”. Este es el resurgimiento final, político/religioso, del tiempo del fin del Sacro Imperio Romano descrito también en Daniel 2:42-43 como los “dedos de los pies” y en Daniel 7:7, 24 como el décimo cuerno. Apocalipsis 13 lo describe como el séptimo y último cuerno. Apocalipsis 17:12 lo describe como la séptima cabeza (la cual aún no ha aparecido), que tiene diez cuernos.
Apocalipsis 14:9-10 dice: “Si alguno adora a la bestia [esta resurrección final del tiempo del fin y a su líder] y a su imagen, y recibe la marca … será atormentado con fuego y azufre… delante del Cordero”. En tanto que los participantes en ese sistema de la “bestia” continúen rebelándose en contra de Dios, no recibirán “reposo de día ni de noche” (vs. 11). Esto no dice que ellos se estarán quemando en el infierno por la eternidad. Lo que dice es que una vez que sus cuerpos sean quemados, el humoasciende para siempre. El fuego se extingue por sí mismo, pero los gases del humo continuarán circulando en la atmósfera.
El fuego del que se habla está aquí sobre esta tierra, no en un “infierno que siempre arde”. Malaquías afirma claramente: “Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que Yo actúe, ha dicho el eterno de los ejércitos” (4:3).
Apocalipsis 14:12 contiene una descripción de los siervos de Dios, que no tomarán la marca de la bestia. Estos son sólo unos relativamente pocos que guardan los mandamientos en un mundo pecaminoso que ha seguido a un sistema que se ha revelado en contra de Dios. Este versículo explica que sólo la “fe de Jesús” (no simplemente fe EN Jesús) les da a ellos la fortaleza para resistirse a recibir la marca. ¡La típica fe humana no será de valor alguno!
POR DAVID C. PACK
POR DAVID C. PACK