Señor, Dios mío
te damos gracias por la vida
de nuestros abuelos.
Tu los has conservado hasta el día de hoy,
los has animado en todas sus luchas,
sus esperanzas y fatigas,
y los has llenado de amor y sabiduría,
Que tu experiencia nos sirva de ejemplo
para construir nuestros hogares,
y para seguir siendo familias
que aman a Dios y al prójimo,
así como ellos han gastado
sus fuerzas en la vida,
para regalarnos el mundo que hoy tenemos.
bendicelos y dales una ancianidad feliz.
Amén.
SABIDURÍA 4, 9-10
"La verdadera ancianidad para el hombre es la prudencia, y la edad madura, una vida sin mancha. el juego supo agradar a Dios, que lo amó y por que vivía entre los pecadores Dios lo llevó".
CONFRONTEMOS
Salmo 71 (70)
SABIDURÍA 4, 9-10
"La verdadera ancianidad para el hombre es la prudencia, y la edad madura, una vida sin mancha. el juego supo agradar a Dios, que lo amó y por que vivía entre los pecadores Dios lo llevó".
CONFRONTEMOS
Salmo 71 (70)
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