¡Oh Maria, madre de los hombres!
Bendícenos, para que nuestros hogares
sean siempre alabado el nombre de Dios.
Bendícenos para que nunca nos falte el pan,
el trabajo y el amor.
Concédenos cada mañana
tu paz y tu alegría
tu sinceridad y tu plenitud,
para caminar con entusiasmo contigo
por la senda de la vida.
Ayúdanos a sentir la tarea de cada día.
Haz que seamos fuertes en el dolor
y claros en las decisiones que debemos tomar.
llénanos de fe, de esperanza y de caridad,
para sentirnos hermanos de nuestros hermanos,
para fortalecer a los débiles, confortar a los fatigados
y compartir nuestras satisfacciones,
y alientes a quienes se sienten solos.
Oh Maria, ruega por nosotros.
Amen
LIBRO DEL APOCALIPSIS 12, 1-3
"Una gran señal aparecerá en los cielos: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza, está en cinta, y grita con los dolores de parto y con el tormento de dar a luz".
CONFRONTEMOS:
LECTURA DEL MAGNÍFICAT (LUCAS 1, 46-55)
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